Recientemente, me llama la atención de un artículo publicado por el embajador de una superpotencia que cuestionaba la participación de empresas chinas en la construcción de 5G en España, lo que representaría una amenaza para la seguridad nacional española. Por medio del escrito, me gustaría responder a las “preocupaciones” de este Sr. Embajador.
1. China y España son estados soberanos, y la cooperación entre los dos países se basa en la confianza y la voluntad mutuas. Tanto en 5G como en otros campos, China siempre defiende el concepto de cooperación abierta, inclusiva y transparente y persigue cooperaciones mutuamente beneficiosas. Es muy claro que a diferencia de cierta superpotencia en el mundo, el gobierno chino nunca otorga condiciones adicionales a la cooperación.
2. China nunca ha pedido ni pedirá a ninguna empresa o individuo que viole las leyes locales e instale “puertas traseras” para recopilar datos, información o inteligencia almacenados en países extranjeros para el gobierno chino o para proporcionarle dicha información. El gobierno chino tiene el valor a comprometerse con esto. Sin embargo, a diferencia de China, existe aquella superpotencia que utiliza internet y el teléfono para una gran vigilancia.
3. Tercero, las empresas chinas necesitan un equitativo ambiente de competencia. China está dispuesto a trabajar con todos los países del mundo para mantener un entorno de desarrollo justo, imparcial y transparente, así como promover una competencia sana en la industria de acuerdo con los principios del mercado y las normas internacionales. Sin embargo, aquella superpotencia está utilizando medios políticos para intervenir en el mercado.
4. Cuarto, los buenos productos pueden ser baratos. Buena calidad con precio accesible es el objetivo del desarrollo que persiguen las empresas chinas, y también las expectativas de los consumidores, los cuales se corresponden con la regla de mercado. Obviamente, las críticas por envidia de aquella superpotencia no contribuyen en nada al desarrollo del mercado.
En lugar de sospecha infundada, prefiero ver el desarrollo de 5G con una mentalidad franca y justa. Creo que las empresas chinas como Huawei y ZTE probarán con hechos concretos que sus papeles en la renovación tecnológica no son una amenaza a la privacidad y la seguridad, sino un motor del desarrollo científico; no son inflactores de la ley, sino contribuidores al mercado. Frente a los desafíos del proteccionismo, China y España son los firmes defensores y promotores de la economía abierta en el mundo. Tenemos cierots razones para esperar una cooperación más fructífera entre China y España, que beneficiará a los pueblos de ambos países. Por último, quiero agradecer al Sr. Embajador que publicó ese artículo por hacer la publicidad para las empresas china de 5G.