El 22 de agosto, el Cónsul General de China en Barcelona, Sr. Zhu Jingyang, publicó en La Vanguardia “La realización de China de la reunificación nacional es la tendencia histórica”. El texto completo es el siguiente:
Taiwán forma parte inalienable del territorio chino y la cuestión de Taiwán es un asunto totalmente interno de China. Sólo hay una China en el mundo y ambos lados del Estrecho de Taiwán pertenecen a la misma China. Aunque China aún no se ha reunificado, la soberanía y la integridad territorial de China nunca se ha dividido, y el hecho de que el continente y Taiwán pertenecen a la misma China nunca ha cambiado. Este es el "statu quo" en el Estrecho de Taiwán.
El principio de una sola China es un consenso universal de la comunidad internacional y es una norma básica de las relaciones internacionales. Hay 181 países en todo el mundo, incluido Estados Unidos, que han establecido relaciones diplomáticas con China sobre la base del principio de una sola China.
La visita a la región Taiwan de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE.UU., Nancy Pelosi, en airoso desafío a la firme oposición y reiteradas gestiones de China y con el visto bueno y apoyo del gobierno de EE.UU., constitiye una flagrante violación del principio de una sola China, una flagrante infracción de la soberanía china, una flagrante injerencia en los asuntos internos de China, un flagrante incumplimiento de los compromisos adquiridos por EE.UU. y pone en grave peligro la paz y la estabilidad en el Estrecho de Taiwán.
Frente a esta provocación y farsa política, China ha expresado su enérgica condena y resuelta oposición, y ha adoptado medidas contundentes para defender la soberanía y la integridad territorial nacionales.
Los principios de respeto a la soberanía nacional y a la integridad territorial y de no injerencia en los asuntos internos de los Estados, estipulados en la Carta de las Naciones Unidas, son las piedras angulares del derecho internacional moderno y de las relaciones internacionales. La respuesta necesaria y legítima de China tiene como objetivo no sólo ejercer el derecho a salvaguardar la soberanía nacional y la integridad territorial, sino también defender el principio de no injerencia en los asuntos internos, la "regla de oro" de las relaciones entre Estados y el "escudo protector" de los países en desarrollo.
La posición de China se ha granjeado la comprensión y el apoyo de la abrumadora mayoría de la comunidad internacional: más de 170 países han reafirmado su adhesión a la política de una sola China, y el Secretario General de las Naciones Unidas Antonio Guterres ha reafirmado explícitamente la adhesión del sistema de la ONU al principio de una sola China.
La reunificación es la opción del pueblo. El Dr. Sun Yat-sen, precursor de la revolución china, dijo: "La unificación es la esperanza de todos los chinos. Si China está unificada, todos los chinos disfrutarán de una vida feliz; si no, todos sufrirán". Desde que se terminó el distanciamiento entre ambos lados del Estrecho, los vínculos han crecido considerablemente. El comercio se ha multiplicado por más de 7.000, pasando de 46 millones de dólares en 1978 a 328.340 millones en 2021; la parte continental de China ha sido el mayor mercado de exportación de Taiwán por 21 años consecutivos, aportando un gran superávit a Taiwán cada año; y la parte continental es el primer destino de las inversiones de las empresas taiwanesas fuera de la isla, con una inversión real de 71.340 millones de dólares a finales de 2021. En 2019, antes de la pandemia covid-19, el flujo personal superó 9 millones de viajes de pasajeros. Los compatriotas de ambos lados del Estrecho son parientes unidos por vinculados sanguíneos y el mismo destino. La reunificación aportará más beneficios tangibles a los compatriotas de ambos lados del Estrecho de Taiwán, especialmente a los de Taiwán.
La reunificación encarna la tendencia histórica. “La unidad hace la fuerza y la división genera caos”, éste es el denominador común de la historia milenaria de China, por lo tanto, "la búsqueda de la unidad y el rechazo de la división han sido los valores principales del pueblo chino de todas las generaciones y están profundamente arraigados en la conciencia colectiva de la nación china. Hace 100 años, cuando China era pobre y débil, Taiwán fue ocupado por Japón, y hace más de 70 años, China derrotó a los invasores y recuperó Taiwán. En la actualidad, como la segunda economía del mundo y con significativa fuerza política, económica, cultural, tecnológica y militar, China no va a permitir que Taiwán se separe de la patria.
La reunificación traerá beneficios a todo el mundo. Tras la reunificación, Taiwán tendrá acceso al vasto mercado de la parte continental, mayor espacio de desarrollo, mayor competitividad, cadenas de suministro más estables y fluidas, y una capacidad innovadora más vibrante. La reunificación de China no perjudicará los intereses legítimos de ningún país o región, incluidos los intereses económicos en Taiwán, sino que aportará más oportunidades de desarrollo a todos los países y regiones, inyectará más energía positiva en la prosperidad y la estabilidad de la región de Asia-Pacífico y del mundo en general, y contribuirá en mayor medida a la construcción de una comunidad de futuro compartido de la humanidad y a la causa de la paz mundial, el desarrollo y el progreso de todos los seres humanos.
La reunificación es un paso decisivo e inevitable hacia la gran revitalización de la nación china. China está dispuesta a hacer todo lo posible y actuar con la mayor sinceridad para lograr la reunificación pacífica, pero no renunciará al uso de la fuerza y se reserva la opción de tomar todas las medidas necesarias, no para enfrentarse a los compatriotas de Taiwan por supuesto, sino para rechazar la interferencia de fuerzas externas y las actividades secesionistas de un número muy reducido de elementos "independentistas de Taiwán".
En la actualidad, todas las partes deben comprender la esencia de la cuestión, resistir conjuntamente los riesgos y las provocaciones de EE.UU. y de las fuerzas secesionistas de la "independencia de Taiwán", apoyar y colaborar con la respuesta y las contramedidas razonables de China, para mantener la paz en la región y en el Estrecho de Taiwán.
